Hoy ingresó el Sol en Tauro y la Luna lo
acompaña en el mismo signo, un excelente día para brindarse unos mimos y acariciar los
sentidos. Un día ideal para desplegar
nuestra sensualidad y despertar nuestras
capacidades para la magia cocinando.
Cuando cocinamos transformamos la materia, de
polvo a forma tangible, sabor, aroma y carácter. En la cocina se cuecen nuestros
sueños.
Torta Esponjosa de Chocolate
Buscamos en nuestra alacena 150 g de chocolate
y lo cortamos en trocitos para fundirlo
sobre el valioso fuego en un cacharro que contendrá 4 cucharadas soperas de agua. Revolvemos como quién hace la pócima hasta que su aroma y su textura nos
indique que ya se ha fundido pero no se ha quemado. Lo retiramos a la espera de
que vuelva a entrar en acción.
En los fríos territorios de la heladera
buscamos 100 g de manteca que calor mediante se convertirá en blandura para ser
batida con 150 g de azúcar. Si, ahora viene ese momento transmutador de unir
ambos elementos, que una pasta arenosa y áspera se convierta a giros de nuestra
energía física de batir y batir en crema suave y homogénea. ¿Qué querrías que
en tu vida se transforme en suave discurrir? No te distraigas, hay que seguir
batiendo otro rato y luego a seguir cambiando, agrega el chocolate y mezcla que
te mezcla hasta que el color sea único. Ahora incorpora 7 (número mágico) doradas yemas a esta mezcla,
y únelas, cada yema representará un deseo o intención de materialización en tu
vida presente, no te distraigas y disfruta de la incorporación.
Llegó el polvo. La extraña materia que se
transforma en masa, 150 gramos de harina leudante que serán agregados a esta
aromática mezcla cremosa. El movimiento envolvente debe acompañar al polvo, que
cae suave y por efecto de tu dedicación atenta se suma a la mezcla anterior.
En otro recipiente, la pureza y el crecimiento
se aclaran. Coloca las 7 claras
gelatinosas, sin forma, apenas con algo de color. Bate, bate, bate y observa
como esa uniforme fuente de vida crece y llena de espuma el recipiente. No dejes
de batir. Hasta la inmensidad que puede alcanzar la clara batida a nieve.
Ya el horno está encendido para forjar los
sueños, ni muy caliente ni demasiado suave, moderado le dicen. Ya el molde está
previsto para terminar de dar forma a esta riquísima creación.
Ahora es el momento más delicado, en el que la
paciencia de Tauro se aplica, suave y sin pausa junta la espuma blanca con la crema de chocolate,
con suaves movimientos para que no se desarme aquello que has batido con tanta
energía. Verterlo en el molde y al horno alrededor de media hora o un poquito
más. La espera.
Desmoldar tratando de evitar un cambio brusco
de temperatura para que no se hunda.
Decorar con almendras tostadas y más chocolate
fundido o simplemente espolvorear con azúcar impalpable.
Parece una torta, pero si se llevó adelante el
plan ha sido mucho más.
¡Que disfrutes!