Venus madraza y Mercurio por recapacitar



 Venus entró en Cáncer y se queda allí. Hasta el 5 de junio va a teñir la vida de colores más afectuosos, caseritos, trae ganas de andar  terrenos afectivos ya conocidos y seguros. Venus en Cáncer nos pone más hipersensibles que nunca por eso la necesidad de refugiarse en el hogar, de nutrirse emocionalmente con nuestras relaciones de toda la vida y poder así proteger nuestro corazoncito.
 Este paso de Venus por el maternal  signo de agua, nos pone sobreprotectores o por el contrario con necesidad de un ala que nos resguarde.  Nos lleva a conocer con que valores emocionales queremos vivir y como contener a aquellos que están cerca para nutrirlos al tiempo que nos nutrimos.

 En unos días Mercurio estará retrogrado en Géminis y ya se está haciendo sentir y si bien siempre que este planeta se pone retrógrado creemos que vamos a tener las comunicaciones bloqueadas, que nuestro servicio telefónico tendrá fallos, que no llegará el correo, que el automóvil va a tener algún problema o que vamos a ver demorados nuestros contratos o trámites. No solo se trata de eso la retrogradación de Mercurio.
 Mercurio en movimiento retrógrado también nos invita  a conectar con nuestro silencio interno y revisar si ese contrato demorado es el que queremos, recapacitar acerca de nuestro modo de comunicarnos, de escuchar a nuestro interlocutor, de escuchar nuestro propio sonido del alma y revisar aquellos asuntos  que debemos esmerarnos en perfeccionar y pulir.
  Tendamos a repensar la retrogradación de Mercurio no únicamente como un palo en la rueda que nos impide avanzar sino como una ventana  a nuestro interior y el sentido de aquellas demoras o inconvenientes.
 Nuestra sociedad no ayuda en eso de ir hacia atrás y contemplar donde es que podemos perfeccionarnos de acuerdo con el plan de nuestro Yo Superior, más bien nos exige seguir en línea recta y a velocidad hacia una meta que muchas veces no es la nuestra ni es apropiada para nuestro crecimiento.
Aprovechar este ir hacia atrás es acompañar el ritmo del cielo. 

Les deseo que sus intuiciones se develen con un claro y comprensible sonido en estos días que vienen.