Dueño natural de la casa once, el Sol transita
este signo entre el 21 de enero y el 19 de febrero aproximadamente. Signo de
aire, fijo, masculino, regido por el sorprendente Urano.
La imagen de este signo es la de un hombre que
lleva un cántaro de agua, para compartirla libremente con todos aquellos que
sientan sed, como manifestación del espíritu humanitario.
El nativo de Acuario es una erupción de ideas
novedosas, de una original visión del mundo y de cómo construir nuevos
paradigmas, colmados de gran intelectualidad, curiosos, la mente y la intuición
son su fuerte. Amantes de la ciencia y de la filosofía y dotados de una intensa
sed de conocimientos. Suelen manifestarse con comportamientos excéntricos para
los demás, incluso contradictorios consigo mismos y carentes de diplomacia.
Buenos amigos, amables y pacíficos, idealistas, gozan del
trabajo en grupo, y de todas aquellas ideas o novedades que traigan beneficios
a la sociedad. Muy buenos a la hora de escuchar a los demás, les gusta conocer
a todo tipo de personas.
Son seres libres e independientes, rechazan cualquier
cosa que amenace su amada libertad. No gustan de los consejos, ni de las
restricciones. Se juegan por las personas a las que quieren pero a la vez son
muy sensibles a las críticas y las órdenes frente a las que se ponen tercos y
pueden tener tendencia a estar melancólicos si se recluyen demasiado en si
mismos.
Respecto de la manifestación de las emociones,
su espíritu libre y desapegado los hace ver como fríos o distantes.
Entre
las profesiones relacionadas con este signo se encuentran los inventos, la
investigación, la docencia, la organización o el activismo social, la
astrología, las comunicaciones, la informática y la electrónica entre otros.
En lo físico Acuario rige las piernas, los
tobillos, el sistema nervioso y circulatorio por lo que en situaciones de
stress o cansancio deben estar atentos a estas zonas del cuerpo. Caminar en
medio de la naturaleza puede ser un cable a tierra para un acuariano cuando
está agotado.
De Acuario brota la enseñanza a la humanidad
de una profunda hermandad con el todo, de una profunda empatía de las almas
como familia cósmica, de los ideales humanos como una realidad posible.
Valeria Correia Nobre