Desde el 21 de julio
hasta el 22 de agosto, el sol transita por el signo de Leo, su propio
domicilio.
Segundo signo fijo de
fuego de la rueda zodiacal, su símbolo representa la cola del león.
Leo es la fuerza
concentrada de una estrella que se manifiesta con mucha potencia e irradia
desde su identidad su energía.
Las personas de Leo
tienen una percepción de su propia energía exuberante, de su capacidad de crear
y por eso tiende a mostrarse, a querer acaparar la atención como el mismo Sol.
Por lo que el leonino va a generar una imagen de si de egocéntrico, ya que va a
centrar su energía para luego expresarla al otro.
El leonino suele
sentirse “importante” porque tiene una conciencia de si que otros signos no
tienen, son dramáticos, desean ser reconocidos y poseen gran capacidad de liderazgo.
El leonino irradia
una energía y genera una devolución, por lo que en general suele tener una
suerte de “séquito” o grupo que le sigue en el área donde se desempeñe, con el
peligro de caer en el engaño de aduladores. Esto hace que a veces y de acuerdo
al grado de desarrollo de la persona se muestre soberbio, ya que suele estar
conforme con sus logros.
Leo tiene un modo de
ser alegre, con talento y capacidad de organizar y llevar adelante sus
proyectos, con una sensación de no tener límites en sus capacidades. Necesitan
destacarse en su vida pública así como le dan importancia al dinero ya que les
atraen las comodidades y la vida confortable.
Entre los defectos de estos nativos está el de
ser controlador de las situaciones que lo rodean, así como su resistencia a aceptar
críticas ya que estas hieren su espíritu narcisista.
En lo emocional son
muy intensos, apasionados, enamoradizos aunque en el amor a veces les cueste
considerar las prioridades de su pareja. Son personas generosas, leales, con
mucho sentido del humor, transparentes que detestan la hipocresía y la mentira.
En lo físico, su
punto débil son la parte alta de la espalda y el corazón.
foto http://www.imagenescool.com/leones