Con esta luna nueva nos encontramos con el Sol y Mercurio retrógrado
juntos y ahí nomás la Luna en el signo de la Cabra a casi 8°, en el signo
de las estructuras, el orden social, las instituciones invitándonos desde
su oscuridad y coincidiendo con el fin de año a descubrir en una revisión o
recapitulación que forma de orden estuvimos sosteniendo y debe ser
reconsiderado o reordenado, de que forma nos estructuramos y cuando esto
nos está llevando a cristalizarnos, a envejecernos o trabar nuestro
crecimiento por llevar adelante formas, modos u órdenes sociales en lo
macro o en lo microsocial que nos impiden un mayor desarrollo o nos llevan
a impedir el desarrollo de aquellos que nos rodean.
Muchas veces liberar es ordenar. Libero aquello que se siente restringido
para atar nuevos modos de actuar, sentir, vivir y así crear una nueva
estructura u orden social que sostenga un nuevo crecimiento.
Libero aquello que me llevo a creer en una libertad que hoy me puede estar
sofocando. Suena contradictorio, sin embargo si lo evaluamos puede que nos
resuene.
Capricornio es un signo de Tierra, es cardinal y nos muestra como dando un
paso detrás de otro con esfuerzo (colocar la fuerza en determinada
dirección) podemos construir el camino de crecimiento que ansiamos.
Podemos aprovechar esta luna nueva para limpiar y despejar nuestro camino liberando
todo lo que sea envejecido y decrépito y sembrar nuestras intenciones de crecimiento , de
maduración, de aquellos logros que deseamos alcanzar por nuestro propio trabajo interno puesto de manifiesto con acciones concretas sin ensoñaciones ni ilusiones. Son bellos días de siembra, de planificación, de descanso externo mientras la mirada interna nos lleva a considerar nuestras falencias sin culpas ni anteojeras sino con una autocrítica productiva, entusiasta, forjadora de nuevas formas de utilizar los recursos y sobre todo de organizar el tiempo que nos queda por delante.