Esta próxima Luna Llena se da en el eje Libra-Aries con el Sol y la Luna en el grado 12,40 de ambos signos mañana día 5 de octubre.
Recordemos que las lunas llenas son históricamente identificadas en el saber popular con estados de ánimo alterados, climas caldeados, un poco de insomnio y una sensibilidad a flor de piel que a algunos más que a otros les deja unos días inestables.
Y esta Luna no va a ser distinta, incluso por ser en este eje cardinal puede que sea más intensa.
Y que muestra el escenario del cielo? Pues muestra a los amantes cósmicos, Marte y Venus en conjunción en Virgo intentando organizar y ponerle algo de método y disciplina a nuestros vínculos y relaciones. Aportando mesura y racionabilidad, colaborando con poner algo de paños fríos a esta Luna que desde Aries se coloca en tensiones con Plutón lo que podría dar emociones explosivas, violencia y algunas situaciones bélicas si no nos entregamos por medio del diálogo equilibrado que nos propone Mercurio en conjunción al Sol desde Libra. Este dúo nos propone ver la realidad con una lupa de comprensión a las distintas posibilidades y motivaciones y quitarnos las anteojeras que nos ofuscan.
Esa es la propuesta de esta lunación, ordenar, limpiar y propiciar los buenos vínculos con el otro sin perder la autonomía y liberados de patrones emocionales viejecitos y maltrechos.
Muchos astrólogos ven guerras y posiciones bélicas a partir de esta lunación. Y claro que eso es posible sin embargo no pierdo la esperanza de que el ámbito social puede reverberar lo que cada uno de nosotros sentimos y actuamos.
Podemos intentar aportar a nuestro ámbito cercano, a nuestros afectos y relaciones esta mirada un tanto más calma de comprensión y escucha de lo que el otro siente y desea y de lo que cada uno de nosotros deseamos y sentimos, sin furias ni vientos huracanados, sin fuegos incendiarios reevaluando cuantos desencuentros vivimos por recuerdos emocionales muertos, por berrinches ciegos tan propios de Aries.
El terreno de las palabras va a ser peligroso estos días que vienen ya que una frase puede resultar el fósforo que enciende la hoguera. Hay que estar con cuidado midiendo lo que se dice y a quién.
Quizás el mejor modo de transitar esta Luna y que su reflejo nos inspire a una mejor visión de nosotros en relación con los otros es comprender esa partícula divina que nos habita, A cada uno, a mí, a tí a ellos, a él y a ella.
¿Quien puede instalarse en la ira y el odio percibiendo la divinidad que llevamos todos en nuestro interior? No es posible persistir en una actitud destructiva para con el otro o para con uno mismo si conectamos con el amor que todos buscamos desde siempre.
Porqué al fin y al cabo solo queremos amor incondicional y respeto y aceptación de nuestra singularidad.
Con amor
Recordemos que las lunas llenas son históricamente identificadas en el saber popular con estados de ánimo alterados, climas caldeados, un poco de insomnio y una sensibilidad a flor de piel que a algunos más que a otros les deja unos días inestables.
Y esta Luna no va a ser distinta, incluso por ser en este eje cardinal puede que sea más intensa.
Y que muestra el escenario del cielo? Pues muestra a los amantes cósmicos, Marte y Venus en conjunción en Virgo intentando organizar y ponerle algo de método y disciplina a nuestros vínculos y relaciones. Aportando mesura y racionabilidad, colaborando con poner algo de paños fríos a esta Luna que desde Aries se coloca en tensiones con Plutón lo que podría dar emociones explosivas, violencia y algunas situaciones bélicas si no nos entregamos por medio del diálogo equilibrado que nos propone Mercurio en conjunción al Sol desde Libra. Este dúo nos propone ver la realidad con una lupa de comprensión a las distintas posibilidades y motivaciones y quitarnos las anteojeras que nos ofuscan.
Esa es la propuesta de esta lunación, ordenar, limpiar y propiciar los buenos vínculos con el otro sin perder la autonomía y liberados de patrones emocionales viejecitos y maltrechos.
Muchos astrólogos ven guerras y posiciones bélicas a partir de esta lunación. Y claro que eso es posible sin embargo no pierdo la esperanza de que el ámbito social puede reverberar lo que cada uno de nosotros sentimos y actuamos.
Podemos intentar aportar a nuestro ámbito cercano, a nuestros afectos y relaciones esta mirada un tanto más calma de comprensión y escucha de lo que el otro siente y desea y de lo que cada uno de nosotros deseamos y sentimos, sin furias ni vientos huracanados, sin fuegos incendiarios reevaluando cuantos desencuentros vivimos por recuerdos emocionales muertos, por berrinches ciegos tan propios de Aries.
El terreno de las palabras va a ser peligroso estos días que vienen ya que una frase puede resultar el fósforo que enciende la hoguera. Hay que estar con cuidado midiendo lo que se dice y a quién.
Quizás el mejor modo de transitar esta Luna y que su reflejo nos inspire a una mejor visión de nosotros en relación con los otros es comprender esa partícula divina que nos habita, A cada uno, a mí, a tí a ellos, a él y a ella.
¿Quien puede instalarse en la ira y el odio percibiendo la divinidad que llevamos todos en nuestro interior? No es posible persistir en una actitud destructiva para con el otro o para con uno mismo si conectamos con el amor que todos buscamos desde siempre.
Porqué al fin y al cabo solo queremos amor incondicional y respeto y aceptación de nuestra singularidad.
Con amor