Hoy es la luna llena y se siente hace unos días su influjo. Es que el Plenilunio de Escorpio no es precisamente suave. Se trata de un momento emocional intenso, no por nada se encuentra esta lunación merodeando cada año el Día de Los Muertos, el Samhain y demás eventos relacionados todos con la comprensión de que no es todo luz y armonía en esta vida. Que para gozar del cuerpo y las emociones apacibles que propone la Luna desde Tauro hay que comprender la existencia de la oscuridad y aprender a transmutar el dolor en gozo. Volver del estado de quiebre y herida interna a un estado de cicatrización que permita sin olvidar, sanar.
El eje que se pone en juego con esta lunación es Escorpio-Tauro. Es un eje que maneja cierto grado de resentimiento, y resentir es re sentir. Vuelvo una y otra vez a admirar, gozar y revolver mi herida para no soltar, sino permanecer en el dolor. Es una tara que ha de tener este eje. Lo manifieste o no.
Se trata en esta lunación no de afianzar ese mal hábito emocional sino de extirparlo que de eso se trata la evolución. De compostar la basura de nuestro cuerpo emocional y desde allí plantar en humus fresco nuevas semillas, creaciones de las que emanen bellos y apetitosos frutos
La transmutación se trata de eso. Cambiar una situación a otro estado y así dar forma a una vida nueva. una aptitud nueva, una visión nueva. Ya no es resentir, es reordenar en la psiquis una serie de condicionamientos y permitirse una nueva forma de existir y compartir nuestra emocionalidad desde el gozo y la aceptación de nuestro cuerpo y sus necesidades más vitales.
Desde el apego a estas heridas antiguas, ya aburridas de tanto ser observadas y acariciadas es imposible el desarrollo que el Nodo Norte desde Leo exige de nuestros talentos y motivaciones creativas. Nuestra creatividad se aplique en el ámbito que sea, no podría ser tal sin cierto dejo de independencia y excentricismo respecto de nuestro entorno o lugar de pertenencia. Puedo manifestarme como único, desde la diferenciación. Pero la diferenciación que nos pide esta Luna no deja de ser integradora. Ya sufrí, ya dolí, ya integré, ahora desde mí ser más primario que pulsa por la vida me manifiesto con el simple gozo que enciende el estar vivo.
El eje que se pone en juego con esta lunación es Escorpio-Tauro. Es un eje que maneja cierto grado de resentimiento, y resentir es re sentir. Vuelvo una y otra vez a admirar, gozar y revolver mi herida para no soltar, sino permanecer en el dolor. Es una tara que ha de tener este eje. Lo manifieste o no.
Se trata en esta lunación no de afianzar ese mal hábito emocional sino de extirparlo que de eso se trata la evolución. De compostar la basura de nuestro cuerpo emocional y desde allí plantar en humus fresco nuevas semillas, creaciones de las que emanen bellos y apetitosos frutos
La transmutación se trata de eso. Cambiar una situación a otro estado y así dar forma a una vida nueva. una aptitud nueva, una visión nueva. Ya no es resentir, es reordenar en la psiquis una serie de condicionamientos y permitirse una nueva forma de existir y compartir nuestra emocionalidad desde el gozo y la aceptación de nuestro cuerpo y sus necesidades más vitales.
Desde el apego a estas heridas antiguas, ya aburridas de tanto ser observadas y acariciadas es imposible el desarrollo que el Nodo Norte desde Leo exige de nuestros talentos y motivaciones creativas. Nuestra creatividad se aplique en el ámbito que sea, no podría ser tal sin cierto dejo de independencia y excentricismo respecto de nuestro entorno o lugar de pertenencia. Puedo manifestarme como único, desde la diferenciación. Pero la diferenciación que nos pide esta Luna no deja de ser integradora. Ya sufrí, ya dolí, ya integré, ahora desde mí ser más primario que pulsa por la vida me manifiesto con el simple gozo que enciende el estar vivo.
Si vamos a estar vivos, que estemos vivos.
Deseemos
Gocemos
Vivamos mientras Vivamos
F Mercury tenía su luna en Tauro y Bjork es bastante escorpiana