Si se trata de soñar y alimentar nuevas visiones no hay mejor momento que una luna nueva en Piscis.
En Piscis termina la rueda zodiacal de girar un ciclo completo y nos encontramos contemplando el todo y como formamos cada uno de nosotros parte de ello. En Piscis nuestros pies se ven invitados a soltar los pesares y encontrar caminos nuevos de experimentación de este ciclo pronto a recomenzar cuando el Sol toque el grado 0 de Aries.
Y para comenzar un nuevo camino no llevamos pesos innecesarios sino que somos enfrentados a la necesidad de alivianar nuestro equipaje y portar en nuestra espalda solo las herramientas que nos van a ayudar en el nuevo camino.
Esta Luna Nueva invita a quitarse las vendas de los ojos y reconocer lo efímero de lo material y la intensidad con la que podemos amar y ser felices. si vivimos desde nuestra sensibilidad de ser chispas divinas, embarcadas en este instante en la sagrada experiencia de la existencia, conocedores de que somos afectados por las vibraciones de todo lo que nos circunda, la música que escuchamos, el sonido de las palabras de las personas con las que nos vinculamos cada día y los pensamientos que nos prodigamos y soltamos al Universo. Todo ello afecta a cada célula de nuestro cuerpo, del mío, del tuyo, del de él, del de ella, de aquellos que están allí lejísimo, de nuestros amigos, de nuestros enemigos.
Somos partículas de agua que se encuentran y forman cuerpo. Somos partículas de amor que se encuentran y forman conciencia.
Somos partículas de Universos que se funde y se extinguen y expresan el caos de la materialidad que se modifica de segundo en segundo.
y se crean otros nuevos
En Piscis termina la rueda zodiacal de girar un ciclo completo y nos encontramos contemplando el todo y como formamos cada uno de nosotros parte de ello. En Piscis nuestros pies se ven invitados a soltar los pesares y encontrar caminos nuevos de experimentación de este ciclo pronto a recomenzar cuando el Sol toque el grado 0 de Aries.
Y para comenzar un nuevo camino no llevamos pesos innecesarios sino que somos enfrentados a la necesidad de alivianar nuestro equipaje y portar en nuestra espalda solo las herramientas que nos van a ayudar en el nuevo camino.
Esta Luna Nueva invita a quitarse las vendas de los ojos y reconocer lo efímero de lo material y la intensidad con la que podemos amar y ser felices. si vivimos desde nuestra sensibilidad de ser chispas divinas, embarcadas en este instante en la sagrada experiencia de la existencia, conocedores de que somos afectados por las vibraciones de todo lo que nos circunda, la música que escuchamos, el sonido de las palabras de las personas con las que nos vinculamos cada día y los pensamientos que nos prodigamos y soltamos al Universo. Todo ello afecta a cada célula de nuestro cuerpo, del mío, del tuyo, del de él, del de ella, de aquellos que están allí lejísimo, de nuestros amigos, de nuestros enemigos.
Somos partículas de agua que se encuentran y forman cuerpo. Somos partículas de amor que se encuentran y forman conciencia.
Somos partículas de Universos que se funde y se extinguen y expresan el caos de la materialidad que se modifica de segundo en segundo.
Sin este cuerpo no podemos movernos en el mundo y gozar la experimentación que nos brinda la corporalidad, pero, este cuerpo es finito, maleable, cambiante. ´Nuestro espíritu eterno, inmutable quiere jugar . Nuestra chispa de vida requiere de juguetear con los sueños para manifestarse. Y saber que se esfuman, se esfuman, se esfuman