Luna llena Capricornio,28 de junio 2018

 Esta luna llena viene tras el solsticio que nos trae cortas o largas noches de acuerdo a cual es el lugar del planeta en el que estemos habitando. El solsticio nos habla de un viaje del Sol y su llegada a un punto: un nuevo recorrido que nos va a pautar un ritmo de sueño, de cultivos, de pulso vital, de instrospección o extroversión.

 Sístole y diástole de este ritmo que la Tierra lleva respecto de su dador de vida, el Sol.

 Y así nos encuentra esta Luna llena, que es en Capricornio 6º, que nos expone e este mismo latir, de cerrar y abrir, de lo de afuera y lo de dentro, lo tierno y lo duro, la vida interior y la vida social.


 Se da en estos momentos, un movimiento favorable para conectar con el sentir de nuestros antepasados, los que conocimos y los que no y fortalecerse en su naturaleza. Tomar de su experiencia y soltar las solicitudes y reclamos, abrazar sus bendiciones y liberar las moléculas de dolor que cercenan nuestro libre devenir y nuestra plena salud física.

 El modo en el que se facilita el conectar con este destino y color ancestral es desde el silencio y la contemplación, desde un lugar un tanto frío tal vez, de evaluación, quizás se sienta uno despojado de alegría, de ternura, de emoción, quizás sean días que nos muestren el lado más seco de nuestra vida emocional.
 La adultez, la sana restricción que implica la conjunción Luna-Saturno en esta ocasión ha de colaborar con la creación de un modelo interno más afín con lo que somos hoy mismo. dejando atrás las conmiseraciones, aceptando el rigor de la realidad y las limitaciones que se presentan en la historia de nuestros árboles familiares.

 Clamemos a los ancestros por su guía y apoyo en satisfacción  de saber que su camino, su gozo y su dolor ha creado nuestro saber y resiliencia para enfrentar y disfrutar la vida.

 En que amplios territorios vamos a desarrollarnos es una elección que parece que se nos olvida cuando nos distraen de lo grandiosos que podemos resultar, los detalles nimios del día a día. Es que los pequeños demonios gozan con las distracciones. Sin embargo la autovaloración es parte de este proceso, un poco de cariño sincero y comprensión respecto de fallos y miserias pueden aplacar nuestro costado más controlador, el que lleva el miedo a que todo se desmorone, el miedo a las pérdidas, las pérdidas que se reflejan por el vientre, por la sangre , la de los que nos precedieron.
 Sin embargo, esta luna nos insta a organizarnos, a ser mesurados y previsores, a pensar muy bien nuestros dichos y nuestros actos. Son días para sostener lo que hay en orden. Valorar y sopesar para realizar los cambios cuando se presente el momento correcto.
 Mientras tanto, es importante observarnos y observar nuestro entorno, nuestras relaciones, nuestras familias, nuestros amigos, nuestros padres, nuestros hijos. ¿que historia reverbera en espejismos que tomarán cuerpo y forma si seguimos con determinados hábitos o vínculos?

 Desde la astrologia antakarana  estamos en el punto 75, que refiere a un estado de conciencia crística que con suma benevolencia y agradecimiento logra el desapego respecto de los vínculos emocionales y las relaciones que ya han cumplido un ciclo. En esta instancia parece que se nos está indicando que hemos terminado con algunos de nuestros asuntos y estamos listos para soltarlos al Universo con absoluta paz y alegría de saber que cada uno de ellos sigue su curso en un camino que le es afín.
 Y esto es algo que ha de colmarnos de alegría como el calor del verano en la mañana: nos conforta y nos promete un dulce día.



 Gracias por leer.