Hoy comienza el año zodiacal. Se trata del inicio de la energía de equinoccio. Energía que desprende aromas de primavera astrológica. Aries da comienzo al punto cero del año y a partir de aquí se leen las tendencias de mucho de nuestro devenir como humanidad.
Con el Sol en punto cero se presenta esta primera luna llena o plenilunio ariano. El primero de dos en este signo este año.
También Quirón, el hombre bestia, el herido que sana y educa, se ubica en la delantera, transitando el grado 1 de Aries. Y desde allí nos expresa su urgencia en resurgir el yo, el verdadero propósito del alma sin lugar a distracciones ni sugerencias. El yo que pide su espacio para existir plenamente.
Mercurio retrógrado en Piscis se encuentra de la mano de Neptuno, a 3 grados uno del otro desde donde nos pueden conducir a mentiras, engaños y en el mejor de los casos a distracciones y ensueños. El mejor de los mundo se presenta en los sueños con esta conjunción. ¿Donde habita mi espacio ideal? ¿De que forma podría desarrollarlo? El temor a no encontrar nunca el Edén se reafirma con esta conjunción y la sensación de engaño universal podría dar lugar a un vertido de lágrimas que pareciera infinito.
El cero es símbolo de la eternidad. Los mayas lo representaban con una concha o caracol, un diseño que nos lleva a recordar a Fibonacci. El cero es el vacío de contenido. Descartes creía que en el vacío se hallaba a Dios, para Pitágoras el cero representaba el huevo cósmico, lugar donde se gestan todas las cosas. Espacio que carece de principio y de fin. Vacío que puede ser llenado y dotado de cierta naturaleza.
Y este vacío Cero, es llenado de acuerdo a la vincularidad, a las relaciones, a la forma en que nos relacionamos con el otro, con nosotros mismo, con el espacio en que vivimos, con el lugar que habitamos en la historia.
La luna llena de Aries se da en el grado cero de Libra, que describe asuntos de vínculos. Pero sería frívolo hablar de vínculos amorosos o de pareja exclusivamente cuando nos disponemos a describir esta luna llena. Nuestros vínculos más importantes son variados, la pareja parece ser el lugar donde la mayoría intentamos vernos reflejados,y así lo describe el arquetipo. Pero la trascendencia suprema la da el vínculo más o menos sano y amable que tendemos a tener con nosotros mismos. Ese es el punto cero.
Sin Aries no hay Libra. Sin mi no habrá otros. Sin amanecer es imposible llegar al poniente. Sin amanecer nos quedaríamos inmersos en la noche acuosa de Piscis.
Entonces la idea primaria que despierta esta luna llena es el guiño que el Uno nos hace para que de una vez y para siempre comprendamos que todos somos una misma Unidad. Que la Tierra es un mismo hogar, que tu dolor será mío y mi herida es tuya. Que si uno se sana, se sanan todos. Que mientras haya injusticias, guerras y dolor ese estado reverberará en nuestro huevo cósmico.
Urano recién establecido en Tauro nos llevará a otra forma de habitar a Gaia. Mucho depende de nosotros las formas que adopte este tránsito. Urge que cambiemos.
Feliz año nuevo Zodiacal.
Con el Sol en punto cero se presenta esta primera luna llena o plenilunio ariano. El primero de dos en este signo este año.
También Quirón, el hombre bestia, el herido que sana y educa, se ubica en la delantera, transitando el grado 1 de Aries. Y desde allí nos expresa su urgencia en resurgir el yo, el verdadero propósito del alma sin lugar a distracciones ni sugerencias. El yo que pide su espacio para existir plenamente.
Mercurio retrógrado en Piscis se encuentra de la mano de Neptuno, a 3 grados uno del otro desde donde nos pueden conducir a mentiras, engaños y en el mejor de los casos a distracciones y ensueños. El mejor de los mundo se presenta en los sueños con esta conjunción. ¿Donde habita mi espacio ideal? ¿De que forma podría desarrollarlo? El temor a no encontrar nunca el Edén se reafirma con esta conjunción y la sensación de engaño universal podría dar lugar a un vertido de lágrimas que pareciera infinito.
El cero es símbolo de la eternidad. Los mayas lo representaban con una concha o caracol, un diseño que nos lleva a recordar a Fibonacci. El cero es el vacío de contenido. Descartes creía que en el vacío se hallaba a Dios, para Pitágoras el cero representaba el huevo cósmico, lugar donde se gestan todas las cosas. Espacio que carece de principio y de fin. Vacío que puede ser llenado y dotado de cierta naturaleza.
Y este vacío Cero, es llenado de acuerdo a la vincularidad, a las relaciones, a la forma en que nos relacionamos con el otro, con nosotros mismo, con el espacio en que vivimos, con el lugar que habitamos en la historia.
La luna llena de Aries se da en el grado cero de Libra, que describe asuntos de vínculos. Pero sería frívolo hablar de vínculos amorosos o de pareja exclusivamente cuando nos disponemos a describir esta luna llena. Nuestros vínculos más importantes son variados, la pareja parece ser el lugar donde la mayoría intentamos vernos reflejados,y así lo describe el arquetipo. Pero la trascendencia suprema la da el vínculo más o menos sano y amable que tendemos a tener con nosotros mismos. Ese es el punto cero.
Sin Aries no hay Libra. Sin mi no habrá otros. Sin amanecer es imposible llegar al poniente. Sin amanecer nos quedaríamos inmersos en la noche acuosa de Piscis.
Entonces la idea primaria que despierta esta luna llena es el guiño que el Uno nos hace para que de una vez y para siempre comprendamos que todos somos una misma Unidad. Que la Tierra es un mismo hogar, que tu dolor será mío y mi herida es tuya. Que si uno se sana, se sanan todos. Que mientras haya injusticias, guerras y dolor ese estado reverberará en nuestro huevo cósmico.
Urano recién establecido en Tauro nos llevará a otra forma de habitar a Gaia. Mucho depende de nosotros las formas que adopte este tránsito. Urge que cambiemos.
Feliz año nuevo Zodiacal.