Solsticio Junio 2019 - Dar es recibir

Es el solsticio de junio, el Sol ingresa a Cáncer. Es la noche más larga en el Hemisferio Sur y el día más largo en el Hemisferio Norte. Y así es este asunto de los solsticios en este planeta de polaridades. Para el caso se festeja que el Sol vuelve o se agradece la presencia solar para que el astro que nos da la vida no olvide retornar con fuerza en seis meses.

Los solsticios muestran un sol quieto,  el ingreso al grado 0 de los cardinales Cáncer y Capricornio, el día de San Juan y el nacimiento de su primo Jesús respectivamente. La Iglesia ha tomado estas fechas para homenajear a dos de sus figuras más importantes. Pero lo ha hecho con disimulo, el 24 de julio y 25 de diciembre respectivamente.

Se celebra la luz solar en su máximo brillo, la claridad, la alegría, la floración y el crecimiento de los mejores frutos en el Hemisferio Norte.

En el Hemisferio Sur hablamos de que la noche ya no puede seguir creciendo, que a partir de mañana la vida, la luz y el sol comenzarán un nuevo ciclo de crecimiento.

De cualquier forma en todas partes se enciende el fuego para promover y homenajear la energía creadora del dios solar.

Hoy ingresará el Sol al signo de Cáncer, en unos días más será el eclipse de Sol en este signo. Hay mucho movimiento en relación al eje Cáncer-Capricornio este año y hasta abril del 2020 seguirá siendo un área energética en la que todo se mueve y se remueve.

 No será fácil ya que la sensación que trae es de pérdida, de desorientación, de limpieza profunda, de tristeza y duelo para muchos.

Hay muchas personas que están saliendo de nuestra vida, algunos simplemente se van con más o menos discordia y muchos otros desencarnan.

La posición de Marte cercana a Mercurio en Cáncer en oposición con Saturno, Plutón y hace unos días la luna en Capricornio ha dejado muchas discusiones, clima de tensión, malos tratos, ira.
Este estado de confusión y desencuentro no es más que un reflejo de la sensación infantil de no recibir una validación externa, una necesidad de un reconocimiento que no llegará, las pulsiones del bebé enojado tendrán que hallar un modo más feliz de ser moldeadas antes de convertirse en reflejos creativos.

Es un día perfecto para meditar, para quedarse quieto antes de arrancar un nuevo ciclo una vez que suceda el eclipse del día 2 de julio. Una oportunidad para limpiar los residuos energéticos que porta el Ser de todas las vivencias contaminantes en las que no ha podido o no ha querido vivir desde el corazón, desde el amor y se ha quedado atrapado en la futilidad de la personalidad con justificaciones de todo tipo incluso del tipo espirituales, religiosas y discursivas.
Nadie puede escapar a la intensidad de estas alineaciones que estamos transitando. De una u otra manera sentiremos el gong sonando en nuestros corazones impulsando un cambio de visión y una re-estructuración completa.




 La herida de mi pecho sanó
 se ha transformado en una puerta
 por donde recibo amor
por donde doy amor"

Un momento de concentración de la energía antes de tomar con tus propias manos el fuego solar que te habita y realizar algo con ello. 
Dar es recibir.