La luna llena se trata de reflejar luz, de colmarse y terminar con una fase para decrecer y conducirse hacia otros caminos.
Las lunas llenas dejan un fuerte efecto en los siguientes 14 días sin embargo refieren a cerrar historias que se han gestado en los seis meses previos, por lo que para comprender lo que estamos viviendo en este momento debemos recordar lo que comenzaba a movilizarse en la luna nueva en Aries en abril de este año.
Esta luna llena de Libra se da a 20 grados del eje Libra-Aries es que ha transcurrido medio año astrológico.
La energía del signo de Libra , signo de Aire regido por Venus muestra una disposición abierta a la negociación, comprensiva de las diferencias y algo afecta a las dudas que le provee esta suerte de empatía intelectual. La forma en la que se manifiesta la diplomacia libriana puede sacar de las casillas a la emocionalidad de Aries y eso da a esta luna llena un toque de ira.
La luna antes de llenarse por completo ha tocado a Quirón que se encuentra a 2 grados del Aries, y en esta zona del Zodíaco se relaciona con una herida que se presenta cuando queremos afianzar nuestra valía personal, y en la dificultad para expresar nuestro poder sino nos apuramos y lo hacemos con fuerza y vehemencia.
Al signo de Aries le encanta jugar con el movimiento y la aceleración y de alguna forma su energía nos conduce a cambiar de carril de tiempo y empezar un nuevo Yo, una historia iluminada por el fuego del espíritu. Estamos preparados para saltar aunque el control y la manipulación que ejercen sobre nuestras psiquis los discursos sociales y los conceptos aprendidos nos inclinen a temer la incertidumbre más que a reconocer la verdad implícita de la existencia.
El caos como realidad debería ser una experiencia naturalizada en esta cotidianidad de una humanidad que está detonando toda certeza de estabilidad en pos de un consumo motivado por sensaciones corporales de calidez y comodidad escandalosas.
Somos atenazados por el espíritu del error que no permite que seamos libres de actuar, la dificultad nos acecha pero no para aleccionarnos como se nos hace creer desde los espacios culpógenos de la psiquis colectiva sino para demorar un poco más lo inevitable que es nuestra completa iluminación y alegría en comunidad.
La luna en Aries en cuadratura a Plutón nos muestra la imagen de un bebé furioso. Esta criatura no entiende lo que está por suceder. Tiene miedo. A la vez desea avanzar. El ímpetu ariano lo conduce hacia un nuevo paradigma.
Es hora de hallar los hilos de nuestra naturaleza superior,. Nuestro espíritu conoce los designios de la existencia, nuestros pulsos evolutivos y las misiones que hemos tomado con toda convicción.
Abrazar al guía que habita en tus sueños o en los momentos de silencio es la única certeza. Júpiter en buen aspecto a la luna llena nos inspira a confiar en nuestra fe en un mejor mundo y una más digna existencia
Encomendar tus pasos a la sabiduría de tu Divinidad es el camino más seguro en este momento astrológico que vive la Humanidad.
Las lunas llenas dejan un fuerte efecto en los siguientes 14 días sin embargo refieren a cerrar historias que se han gestado en los seis meses previos, por lo que para comprender lo que estamos viviendo en este momento debemos recordar lo que comenzaba a movilizarse en la luna nueva en Aries en abril de este año.
Esta luna llena de Libra se da a 20 grados del eje Libra-Aries es que ha transcurrido medio año astrológico.
La energía del signo de Libra , signo de Aire regido por Venus muestra una disposición abierta a la negociación, comprensiva de las diferencias y algo afecta a las dudas que le provee esta suerte de empatía intelectual. La forma en la que se manifiesta la diplomacia libriana puede sacar de las casillas a la emocionalidad de Aries y eso da a esta luna llena un toque de ira.
La luna antes de llenarse por completo ha tocado a Quirón que se encuentra a 2 grados del Aries, y en esta zona del Zodíaco se relaciona con una herida que se presenta cuando queremos afianzar nuestra valía personal, y en la dificultad para expresar nuestro poder sino nos apuramos y lo hacemos con fuerza y vehemencia.
Al signo de Aries le encanta jugar con el movimiento y la aceleración y de alguna forma su energía nos conduce a cambiar de carril de tiempo y empezar un nuevo Yo, una historia iluminada por el fuego del espíritu. Estamos preparados para saltar aunque el control y la manipulación que ejercen sobre nuestras psiquis los discursos sociales y los conceptos aprendidos nos inclinen a temer la incertidumbre más que a reconocer la verdad implícita de la existencia.
El caos como realidad debería ser una experiencia naturalizada en esta cotidianidad de una humanidad que está detonando toda certeza de estabilidad en pos de un consumo motivado por sensaciones corporales de calidez y comodidad escandalosas.
Somos atenazados por el espíritu del error que no permite que seamos libres de actuar, la dificultad nos acecha pero no para aleccionarnos como se nos hace creer desde los espacios culpógenos de la psiquis colectiva sino para demorar un poco más lo inevitable que es nuestra completa iluminación y alegría en comunidad.
La luna en Aries en cuadratura a Plutón nos muestra la imagen de un bebé furioso. Esta criatura no entiende lo que está por suceder. Tiene miedo. A la vez desea avanzar. El ímpetu ariano lo conduce hacia un nuevo paradigma.
Es hora de hallar los hilos de nuestra naturaleza superior,. Nuestro espíritu conoce los designios de la existencia, nuestros pulsos evolutivos y las misiones que hemos tomado con toda convicción.
Abrazar al guía que habita en tus sueños o en los momentos de silencio es la única certeza. Júpiter en buen aspecto a la luna llena nos inspira a confiar en nuestra fe en un mejor mundo y una más digna existencia
Encomendar tus pasos a la sabiduría de tu Divinidad es el camino más seguro en este momento astrológico que vive la Humanidad.