ABRACADABRA -Luna llena Virgo- Piscis -septiembre, 2, 2020

 


                                                 

Es el plenilunio de Virgo. Vamos transitando el primer decanato del signo de la Virgen y ya tenemos la luna llena que desde el grado 10 del signo de agua Piscis (opuesto complementario de Virgo) nos recuerda que somos mucho más que una necesidad práctica de orden, higiene y estructura.

En Piscis, quienes carezcan de energía del elemento Agua pueden enfrentar la incomodidad de percibir una realidad difusa que confunde, que atraviesa un velo difícil de mencionar, una información que nos trasciende y a la que cuesta dar un espacio concreto y por ello se instala en nosotros de un modo intangible. Piscis es percepción colectiva, es sentimiento uterino de pertenencia pero sobre todo es anhelo de divinidad compartida. Piscis es océano oscuro. Para muchos puede resultar un espacio sin límites que aterra en donde la seguridad del ser uno mismo se diluye. Para otros, este océano es el vientre del que cuesta salir a dar forma a una individualidad que inhibe el vuelo de una conciencia superior que ha de verse en el mundo de lo manifiesto para desarrollarse bajo ciertos límites.

En este juego de energía complementaria que nos presentan los plenilunios nos hallamos frente a una disyuntiva, una tensión que ha de ser resuelta.

Fue hace seis meses, pero parece que fue hace mucho tiempo cuando se formó la luna nueva de Piscis. Nuestro mundo en este tiempo ha cambiado muchas pautas de funcionalidad del sistema social a partir de la aparición de una idea de amenaza mortal. Una nueva configuración se desplegó en los estos seis meses que tiene mucho que ver con la energía del signo de Virgo. El cuidado de los detalles, de la salud, de los métodos que afectan todo un sistema. Nuestro sistema físico, el de nuestro pueblo, el de nuestro país, el de nuestro mundo. Es probable que todos nos enfrentemos a nuestros propios anhelos y a cómo hemos de equilibrar cada uno de nosotros la confrontación entre el anhelo y el orden.

Cuando se da la luna llena es corriente que las personas nos encontremos más emocionales. Las aguas se remueven con los plenilunios y este es uno de Agua, la emocionalidad y los sentimientos son más profundos que en una luna llena de otro elemento. Nos sentiremos sensibles, susceptibles y la cuadratura entre Marte y Saturno nos brindará un plus de frustración muy incómodo.

La sociedad en general está sintiendo los influjos de esta cuadratura entre Saturno que limita la necesidad de acción  de Marte, ambos en su domicilio. Hay hartazgo en muchas capas del tejido social, algunos más que otros han tenido que perder la posibilidad de actuar en determinado ámbito y eso es algo que va a seguir sintiéndose en el ambiente por un buen tiempo. Por ello la necesidad de mantener el centro de equilibrio interno se impone con fuerza en este último trimestre del año. Es recomendable que no perdamos la esencia interna arrastrados por la provocación externa. Porque en este escenario una de las miradas más trascendentes no hará foco en lo que significa salvar la vida frente a la contaminación con ese agente invisible y de parámetros confusos sino salvar el alma y el corazón eligiendo el grado de libertad del que queremos disponer y el camino que vamos a transitar una vez logremos superar esta instancia.

Todos los planetas exteriores continúan retrógrados, esta quietud es algo que a la dupla Virgo-Piscis le permite hilar más fino. Cotejar con la yema de los dedos y  con el corazón en la mano lo que se despliega dentro y fuera de nosotros. Retorcer las fibras para convertirlas en hilo que será tejido.

Estamos hilando el material del que dispondremos en los próximos meses para diseñar nuestra realidad. A partir de diciembre tendremos que tener más claridad y tomar acción respecto de que futuro deseamos vivir. Hemos cambiado y ahora estamos añorando pasado y futuro.

Urano en Tauro nos trae chispazos de creatividad para que materialicemos nuestro futuro soñado. Este planeta nos recuerda que nuestra seguridad ha cambiado y nos permite buscar una nueva manera de sustentar nuestra vida en la Tierra.

Desde la el sistema de Astrología Antakarana este plenilunio toca los puntos 64 y 58 que refieren a la percepción de la multidimensionalidad de nuestra naturaleza divina. Esta emanación energética que se nos brinda con el plenilunio nos permite contactar con todos los seres de la creación y nos remite a la toma de conciencia del poder creador de las emanaciones de nuestra voz. Por medio del sonido de nuestra voz damos forma a una irradiación que se corresponde con la frecuencia en la que vibramos. Tomar noción consciente de este poder nos llevará a una creación más armónica de nuestro presente y futuro en consonancia con toda la vida que nos rodea.

Se abre una puerta que nos permite escribir nuestra historia presente y futura mediante la emanación energética del sonido. Nuestra creación no tiene límites ni tampoco la de aquellos que nos rodean. La importancia de permanecer centrados es mayúscula. Cada pensamiento y palabra genera un futuro posible que se afianza en un carril de tiempo.  Las líneas de tiempo creadas por nosotros se enlazan a la de aquellos que vibran en nuestra misma frecuencia. 

                    ABRACADABRA           

              - crearé como diré- 

  



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Un abrazo

Valeria Correia Nobre

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