El 14 y 15 de noviembre (según donde estés) es la Luna Nueva en Escorpio que se da en el grado 23. Los novilunios se tratan de inicios, de puertas de entrada a un nuevo ciclo que va a desplegarse.
La inmersión trata de embeberse, hacerse uno en la profundidad. Cuando la energía de agua del signo de Escorpio nos convoca, todo el residuo que se estanca como agua podrida en nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro corazón deberá verterse para dar paso al alma límpida.
¿Podemos evitar ser depurados? Lo dudo. Como un ritual iniciático, los astros han decidido facilitar el movimiento que favorece llegar limpios de basura emocional al devenir.
Hay tanto que cargamos en nuestra mente y en nuestro corazón. No hay excepción al dolor que nos fue transmitido. la Tierra, nuestro hogar , participa en la danza motivada por Urano.
Se están removiendo numerosas capas de tejido emocional de cada uno de nosotros, podemos ignorarlo, sufrirlo, disfrutarlo, anestesiarlo, esconderlo. Pero casi seguro no podemos evitarlo. Escorpio trata de suciedad, de subterráneos, de secretos, de transformaciones, de muertes y renacimientos de energía compartida.
Hace pocos días Mercurio se puso en movimiento directo y reingresó en las aguas de Escorpio. La curiosidad de Mercurio toma tonos incisivos y oscuros en este signo, trae palabras dolorosas... pero no todo es espinoso en el camino de la develar lo que está oculto: nos será revelada una verdad que anhelamos si logramos silenciar la mente y el cuerpo emocional.
Mercurio está enfrentado a Urano y eso es un problema para aquellos que temen a la incertidumbre y requieren de la seguridad en lo clásico y ya establecido. La rebeldía, la oposición, la genialidad en las ideas que pueden emerger con este tránsito resultan notables como así será notable la efervescencia a la menor oposición que podría generar conflictos y separación.
De la inmersión en lo profundo de lo que ya es inútil traeremos rojas flores de vida y belleza que se escondían tras la podredumbre. Nos ayudará la vitalidad que se propone desde Marte en Aries que no solo desea mostrar su fuerza, sino que nos desea embeber de vida.
La vida pulsa con destellos mayores cuando se acercan las penumbras de la muerte. Quizás nunca estemos más vivos que en el momento en que tomamos conciencia de la ligereza de la vida física y la profundidad de la vida del Ser que habita en nuestra experiencia humana y corpórea.
Somos los protagonistas de una historia épica aunque quieran hacernos creer que la fuerza se disuelve flotando en distracciones banales.
Somos vida gozosa.
En la astrología antakarana este grado de Escorpio se vincula al punto 21 que nos guía a trabajar con la confusión que puede aportar la emoción si no es iluminada por el Espíritu. Gozar abriendo paso a la iluminación requiere de una observación delicada de las emociones que operan detrás de nuestras reacciones y elecciones.
Demos, pidamos, tomemos, busquemos, hallemos paz. Despidamos todo lo que ya no es con inmensa gratitud y amor para darle paso a todo lo que nos espera.
Que tengas un amable y feliz novilunio
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Valeria Correia Nobre