Luna nueva de Piscis, 23 febrero 2020

Mañana domingo 23 de febrero será el novilunio de Piscis de este año. Se trata del último novilunio del año astral ya que Piscis es la energía que cierra el círculo zodiacal.
En las lunas nuevas solemos sembrar semillas, ideas o deseos de lo que queremos crear en nuestra vida, estos deseos no se tratan de magia, de soltar una necesidad o anhelo y así por que sí se cumpla sin que pongamos de nuestra parte ninguna acción responsable.

El primer paso es el deseo, luego la intención que habita tu corazón al pronunciar lo que deseas para tu vida o la de quienes te rodean y a partir de allí vivir en conciencia del merecimiento y todo esto parece muy simple de leer o escribir pero los resultados están a la vista. Nos cuesta mucho más de lo que imaginamos realizar ese recorrido interior en busca de nuestras más recónditas aspiraciones y sueños.


Esta luna nueva terminará su ciclo en el plenilunio de Virgo y pareciera que es una eternidad, no por el tiempo que pasa cada vez más y más rápido sino por el estado de sorpresa e incertidumbre en el que vivimos cada día más, inmersos desde el ingreso de Urano en el signo de Tauro.

Esta luna nueva se da en el grado 4. Y como resuena este grado angular. Es increíble la repetición de esta cifra y si lo asociamos con otras sincronías numéricas podemos sacar algunas conclusiones respecto de las cuatro patas de esta mesa que nos sostendrá, estos cuatro elementos de la realidad que entretejemos, el 4 corresponde al elemento Tierra, una búsqueda simbólica de establecer un nuevo modelo sostenible dentro de nuestro sistema físico.
Se da con el movimiento retrógrado de Mercurio también en Piscis y nos permite realizar un silencioso análisis de nuestra realidad y de que forma queremos que se den nuestros próximos pasos al menos en lo que depende de nosotros.

Entonces, quizás se nos está empujando por medio de la energía que está ahora mismo afectándonos a todos a realizar una limpieza interior de heridas, deudas, molestias, reproches y otras yerbas del mal, no solo con los otros, sino con nosotros mismos y de esta forma comenzar a sentar las bases concretas de nuestro nuevo año, que será cuando Aries comience a rodar en marzo.

Por ello es un momento excelente para no hacer. Disfrutar de la naturaleza, del cariño de nuestros seres queridos, del silencio. Meditar, soñar, dormir y permitir que nuestro corazón suelte las penas. Escribir, cantar, dibujar y delinear nuestros sueños pero sin esperar nada. Porque aunque creemos que sabemos a donde vamos y porqué, en realidad estamos en el hall de una estación de tren esperando que se encienda la pantalla que indique a que carril debemos saltar.

Feliz Luna Nueva

Gracias por leer

Valeria Correia Nobre

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